SnowRunner – Análisis
MudRunner, la hasta ahora última entrega de la saga Spintires, debutó en 2017 para conseguir arañar un poco más de popularidad a una serie cuyo público había sido un tanto limitado. Gracias a su aparición en servicios como GamePass, su nombre comienza a ser más conocido, y poco a poco se ha ido formando una comunidad de fieles seguidores que esperan impaciente esta nueva entrega. Y creemos que SnowRunner no va a decepcionarlos, aunque se olvida un poco de ese público curioso que, quizás, esperaba esta oportunidad para iniciarse.
Habrá que atravesar esa barrera de algún modo
SnowRunner es un simulador de camionero «extremo», y añadimos este adjetivo ya que no sólo iremos por carretera, sino también por barro, zonas anegadas y, por supuesto, nieve.
Nuestros objetivos, a grandes rasgos, es recoger y llevar materiales, descubrir zonas y rescatar otros camiones, ya sea en solitario o en compañía, ya que contamos con un modo multijugador para hasta cuatro jugadores en el que compartimos mapa con otros camioneros.
Los que conozcan la saga ya sabe cómo funciona, pero los que no pueden tener dudas entendiendo el concepto. Básicamente, y salvando las muchísimas diferencias, es una especie de Death Stranding sobre ruedas. Tenemos que ir a ciertas zonas para desbloquear el mapa y nuevas misiones, consistentes, generalmente, en viajar desde el punto A al punto B, portando algo en la mayoría de las ocasiones, y el terreno es nuestro principal enemigo. Es importante tener en cuenta que cada vehículo es más apto para un terreno u otro, y que cada uno es compatible con una serie de remolques, por lo que es importantísimo planear qué tenemos que hacer y cómo vamos a hacerlo antes de lanzarnos a la carretera.
Antes de ensalzar sus múltiples virtudes, creemos que es justo aquí donde falla el juego para los recién llegados. No termina de explicar bien este concepto, cómo podemos modificar nuestros vehículos para usar un tipo de remolque u otro o, siquiera, cómo funcionan éstos y requisitos que vamos a encontrar a la hora de completar una de las múltiples misiones que se abren al completar el tutorial. No es un problema grave y con un poco de paciencia y trasteando con los menús se averigua, pero creemos que no habría estado de más ofrecer esta opción, ya que se trata de un título muy interesante que puede gustar incluso a aquellos que no encontrasen este género particularmente atractivo. Esto se extiende a otros casos como, por ejemplo, recibir un error genérico cuando intentas remolcar a un jugador online. Muchas veces, SnowRunner simplemente te avisa de que no puedes hacer algo, pero no por qué.
Es un juego lento, pausado y que requiere pensar siempre antes de actuar, pero también es un juego divertido y satisfactorio, que ofrece en todo momento una constante sensación de aventura. Elegir la ruta, el vehículo, personalizarlo y llegar al objetivo con éxito, eligiendo las marchas correctas y la tracción adecuada es más interesante de lo que muchos podrían imaginar, si bien hay una notable cantidad de misiones un tanto similares entre sí, que pueden hacer algunos momentos algo tediosos.
Despierto, espabilado e imprudente toda la noche
Nos ha sorprendido lo bien que se ve SnowRunner. Gráficamente está tan sólo un poco por debajo de algunas producciones de mucho mayor presupuesto, con entornos creíbles, ciclos de día y noche que afectan a la visibilidad, fantásticos efectos de deformación de las superficies y el agua, así como unas físicas sobresalientes. Sí, de vez en cuando podemos ver algo raro, pero la mayoría del tiempo sorprende lo bien realizado que está en este sentido. Por desgracia, los entornos están completamente inertes, y parece que estamos recorriendo parajes postapocalípticos en lugar de pueblos remotos.
En lo sonoro, como os podéis imaginar, los rugidos de los motores nos acompañarán en todo momento, así como otros sonidos ambientales y, puntualmente, ligeras melodías, que crean un cierto sentido de soledad que no sabemos si el juego busca, pero que está presente. Nos llega traducido al castellano, algo muy de agradecer ya que, aunque muchas misiones parezcan obvias, es necesario entender qué estamos haciendo y cómo tenemos que hacerlo.
No sé cómo no he sido camionero antes
Los que hayáis disfrutado con MudRunner, creemos que vais a pasarlo en grande con SnowRunner. Hay más del triple de territorio por explorar, con la adición de la nieve como uno de los nuevos terrenos, más del doble de vehículos casi la mitad de ellos, con licencias reales, opciones de personalización tanto externas como internas y más tipos de misiones y carga. Para vosotros, esta nueva entrega es un «más y mejor» de libro, con decenas de horas de juego por delante, aunque pensamos que se podría intentar dar una mayor sensación de vida al mundo, e innovar algo más con el diseño de misiones.
Personalmente, nos habría gustado ver un mayor esfuerzo por introducir a nuevos jugadores al sistema de juego, ya que es un título que puede gustar a usuarios que, en un primer momento, no encuentren atractiva la idea de ser un camionero virtual. Pero hay mucho que descubrir y disfrutar en SnowRunner: desde elegir el camión correcto a meter la marcha correcta, pasando por decidir la ruta menos peligrosa con la configuración más apta para ella, o recorrer las carreteras nevadas de Alaska por la noche de camino a la siguiente estación de servicio. Los veteranos pueden ahora ampliar sus horizontes, mientras que los recién llegados pueden descubrir una agradable sorpresa.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Koch Medida.